Abandono generalizado de las redes sociales
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Las redes sociales, buscadores y plataformas multitudinarias se han convertido en el enemigo más importante para la libertad de los ciudadanos. Adiós a las redes sociales nazis.
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20/6/2021 ― No se trata de ninguna paranoia conspiranoica, las redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram y alguna más junto con las plataformas de YouTube y Google se han convertido en el arma más poderosa de la destrucción masiva de la libertad de los ciudadanos. El modus operandi de estas plataformas es muy sencillo, una vez formas parte del grupo te hacen ver una realidad virtual que no existe fomentando los temas que les interesan con los “trending topic” artificiales y ocultando los temas incómodos para sus fines, y si los cuestionas o no sigues las reglas te silencian.
Ellos, los nuevos dirigentes del orden mundial, dictan lo que está bien y mal para conseguir una sociedad a su gusto y no dudan de utilizar las mismas prácticas que diseñaron los nazis pero aplicadas con las tecnologías actuales. Es el neonazismo social.
Adios a las redes sociales que censuran y manipulan la realidad social y política
Cada plataforma tiene una justificación para actuar de esta forma, sirva de ejemplo la red social X Twitter que se puso al servicio del Gobierno progremierda de España a través de Newtral, Maldita.es y alguno más para no pagar impuestos en nuestro país. Pero no quiero entrar en las justificaciones de por qué actúan así. Ese es otro tema.
Práctica común de las plataformas de Internet
Con el pretexto de querer espacios “seguros” libres de incitación al odio lo cierto es que quieren una sociedad uniforme, sumisa y obediente que no cuestione la nueva raza aria, oops!, perdón, raza buenista.
En la Edad Media existió, para vergüenza de todos, la Santa Inquisición que condenaba a la hoguera a todos los que cuestionaban la Tierra plana o que éramos el centro de universo, ahora estamos asistiendo a la Social Inquisición donde no se puede cuestionar la defensa de los toros, o que un moro sea moro o que un maricón sea maricón. Bueno, y si juntas la palabra maricón y moro en la misma frase te lapidan directamente.
Abandono de las redes sociales
Soy consciente que con todo este alegato de libertad he trasgredido todas las normas de la Social Inquisición pero como le dije a Twitter y a YouTube, “tengo demasiados años para perder la dignidad”.
¿Qué puedes hacer tú?, no lo sé, yo te cuento lo que yo he hecho, he borrado mi cuenta de Twitter y he quitado el botón de compartir de Twitter, Facebook, Instagram y WhatsApp en las 15.000 páginas web que tengo en los 100 dominios diferentes, y he abierto una cuenta en Telegram, en la red social Gab y un canal de videos en Odysee uniéndome así a esa minoría silenciosa que le importa su dignidad, defiende su libertad y que lucha por un futuro mejor para nuestros hijos.
El peligro silencioso de las redes sociales
Es evidente que las redes sociales se han convertido en una parte importante de nuestras vidas. Es cierto que ofrecen numerosas ventajas, como la relación a distancia con amigos y familiares, el acceso a información y la posibilidad de compartir experiencias. Sin embargo, también presentan peligros silenciosos que a menudo pasan desapercibidos.
Uno de los riesgos más importantes, aparte de la manipulación y la censura, es la adicción. Las plataformas están diseñadas para captar nuestra atención y engancharnos, lo que puede llevar a un uso excesivo y a la dependencia emocional. Esto no solo afecta el bienestar mental, sino que también puede interferir con otras áreas de la vida, como el trabajo o el estudio.
Otro peligro es la deformación de la realidad social y política. Las redes sociales muestran una versión filtrada de la realidad, además provocan sentimientos de insuficiencia o baja autoestima al compararse con los demás.
La privacidad es otro tema esencial. La información personal compartida en estas plataformas se utiliza por terceros para fines comerciales o incluso para el robo de identidad.
Por si todo esto te parece poco, el acoso cibernético es un problema creciente. Las redes sociales pueden facilitar el anonimato, permitiendo a los acosadores atacar sin consecuencias inmediatas.
Estos peligros, aunque no siempre son evidentes, pueden provocar daños profundos en la salud mental y el bienestar general de los usuarios.
Podrán impedir que diga lo que pienso pero jamás podrán impedir que lo piense.
Así lo pienso y así lo digo. ― Juan Vte. Santacreu
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Gab sigue creciendo -- Los enemigos de la libertad sienten fobia por Gab y el único ataque que se les ocurre es tildar esa red social de ultraderecha, pero esa calificación tiene poco recorrido porque cuando entras en Gab te das cuenta que se respira tranquilidad, no hay ataques personales ya que los zurdosos no están en su terreno y no tienen ningún tipo de apoyo. Quizá por ello cada día hay más usuarios que abandonan Twitter ya que se ha convertido en un terreno hostil para la libertad.
2508 - Las redes sociales han transformado en la actualidad la forma en que interactuamos y compartimos nuestras vivencias, ofreciendo numerosas ventajas.
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Libertad en España de los medios de comunicación ― Es curioso, todos los periódicos están encabezados por una leyenda que dice más o menos “periódico libre e independiente”. Creo que no existe una frase más corta con más mentiras juntas. Todos los medios de comunicación nacional está supeditados a la ideología de un partido o de un grupo político de presión y el periodista que tiene la osadía de salirse del guión establecido lo fulminan inmediatamente. Qué triste, estudiar periodismo para terminar siendo un palmero político.
Aprende técnicas para pintar al óleo y dibujar ― Este apartado es mucho más amable y simplemente es porque existe libertad ya que es una parcela donde las redes sociales nazis y lo políticos no han metido la mano. Cuando a la sociedad se le permite desarrollar sus actividades en libertad surge la parte más creativa de la humanidad. Lo pudimos comprobar en la Edad Media cuando la Santa Inquisición perdió fuerza y fue cuando el mundo de la ciencia y del arte empezó a florecer en Europa. Pero parece que no hemos aprendido nada.